El origen fue el hallazgo de un gran montón de finísimas chapas de metal en un terraplén. Vislumbré el espacio que podrían acoger, el núcleo que creaban y contenían, el volumen que sugerían, un volumen nuclear. Agrupo las formas resultantes desde entonces en varias series, resueltas con materiales cerámicos. Todas las piezas podrían ejecutarse en unas dimensiones mucho mayores, utilizando cementos, hormigón o resinas sintéticas.